Probablemente parezca una locura el sólo hecho de mezclar el ser mamá con el trabajo remoto, pero algunas personas tenemos la suerte, desde mi perspectiva, de poder hacer las dos cosas que más amamos de forma simultánea.
Es cierto, no se puede defender lo indefendible, ser mamá es un trabajo muy demandante, que requiere muchísima dedicación, paciencia y amor, es completamente una profesión.
Imagina ahora ejercer además la profesión para la cual te formaste durante años y a la cual le dedicaste también mucho tiempo y amor, en mi caso el diseño gráfico, es un reto total.
A veces, 24 horas al día no bastan para hacer todo lo que una mamá necesita, se lidia con situaciones estresantes como llantos y rabietas, momentos de risas y juegos que sin darnos cuenta nos retrasan un poco en las responsabilidades del trabajo remoto, pero que como madres
sabemos que debemos aprovechar porque no sucederán dos veces, sin mencionar el hecho de que a veces se nos cierran puertas en el campo laboral por la errónea idea de que nuestra productividad no es la misma de una persona sin hijos, o de pronto más bien debemos sacrificar oportunidades para mantener un equilibrio. En todo caso nadie nos prepara para llevar tantas responsabilidades al mismo tiempo, pero el amor y la pasión por lo que hacemos es realmente el motor que tenemos para lograr tantas cosas en la vida. Es muy satisfactorio culminar el día y darse cuenta que vale la pena el esfuerzo en esos momentos buenos y no tan buenos, porque de cualquier manera tenemos el mejor motivo que pueda existir, y esa motivo nos dice mamá.
Quiero cotizar
Sin respuestas